miércoles, 23 de febrero de 2011

El Gordillo: urgen soluciones (I)


Un poco más allá de donde el gobierno no llega porque piensa que es todo campo. Un poco más allá de la carretera SE-20, allí, a unos kilómetros existen una serie de barriadas pertenecientes a la ciudad de Sevilla como el Aeropuerto Viejo, Valdezorras y El Gordillo.

Hoy toca hablar de la más necesitada de ella tres: El Gordillo. Un “pelín” al noreste de la ciudad se sitúan unas cuantas casas (como dirían algunos) que conforman la barriada El Gordillo, formada por aproximadamente unos 1.100 habitantes.

Tuvimos la suerte de reunirnos este sábado pasado con el Presidente de la AAVV Los Girasoles, Esteban Expósito, que además me considero ser amigo de él. Sin desmerecer al resto de vecinos de dicha barriada entiendo que este humilde hombre se merece ya un reconocimiento por todo lo que ha hecho por El Gordillo. Ya que estoy seguro que sin él la barriada no sería ni mucho menos lo mismo. Esteban, un tío cordial, sensato y amigo de sus amigos, que ya sufre problemas al andar, incluso nos contaba que no puede ir en autobús porque sus problemas de hueso le impiden subir a ellos.

Según le dije vía telefónica: Esteban, queremos ir a verte para enterarnos de qué os pasa en la barriada, además de aprovechar y saludarte. A lo cual nos dio una respuesta positiva, como siempre hace, y quedamos citados en la sede de la AAVV Los Girasoles.

La conversación fue amena y entretenida a la vez que triste. Triste por conocer de palabras de Esteban, la situación tan precaria en la que está esta dignísima barriada, donde un 80% es gente mayor.

Comenzamos a hablar de la mala gestión local al respecto de las arcas y subvenciones que se destinan a nuestra ciudad. Comentamos cómo se puede derivar la atención hacia otros temas que aunque son importantes, no son de urgencia máxima.

Nos contaba Esteban, orgulloso del trabajo hecho, que la valla de la asociación ya está finalizada y que ahí han contribuido todos los vecinos aportando su granito de arena. En la barriada tienes un “pequeño” ambulatorio que está ultimando sus últimos retoques en su obra para ser inaugurado pronto. Este ambulatorio ha sido posible gracias a la cesión de la mitad de la parcela de la misma asociación, debido a que el ayuntamiento local no quiere pensar en los problemas que tienen estos vecinos a la hora de los desplazamientos médicos. 

Uno de los problemas más importantes que tienen en la barriada es la llegada de familias en precario estado social y económico en forma de asentamiento. Estos nuevos extraños se han ubicado en los terrenos de AENA donde anteriormente estaba situado Protección de Vuelos, que desde hace unos meses se ha producido su llegada en forma de asentamiento. Esta llegada ha generado malestar general para los vecinos por el aumento de robo y delincuencia en la zona.

Las rondas policiales son muy escasas en la barriada y por ello los recién llegados tienen demasiada libertad para actuar. Existiendo entre ellos niños sin escolarizar y mayores dedicados a la prostitución que dan una imagen penosa tanto de la zona como de la actuación del Ayuntamiento ante el problema.

Otro de los problemas que tienen allí es la escasa actuación de Lipasam que teniendo que ir dos veces sólo a la semana, no cumplen la periodicidad y cuando se acercan es sólo para vaciar papeleras dejando las calles sucias, y los matojos y hierbajos sin quitar.

Los vecinos también se quejan de que tienen que atravesar todo la barriada para depositar sus bolsas de basuras en el punto más cercano ya que los técnicos de dicha empresa se niegan a estudiar otros puntos de recogida que proponen desde la asociación.

Tema “correos” es otro de los puntos que más preocupan porque hace tres años se llevaron el único buzón que había, pensando que se trataba de una reposición por mejora del mismo y todavía no hay acuerdo al respecto. Los vecinos que quieran utilizar la manera clásica  de mandar cartas han de acercarse a Sevilla que es donde está el buzón más cercano.

Además en la calle Potos reparten dos carteros, de un lado el de  La Rinconada, y del otro Sevilla. Pero hay una pequeña calle, calle Hortensia perpendicular a la anterior que no tiene reparto definido y su correo queda en las oficinas de La Rinconada.

Otro día continuaremos con un segundo capítulo, pero piense usted, señor lector, cómo estaría usted en estas condiciones.

Javier Romo

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