Lo único que se puede decir de este gobierno que hace de todo menos gobernarnos, es la incoherencia de sus acciones y actos. Y la falta de vergüenza y poco señorío político antes sus votantes y no votantes en la ejecución y puesta apunto de sus proyectos.
Metidos en una crisis galopante donde el gobierno PP, que no popular, intenta solucionarla golpe de recortes, en su mayoría ilógicos y con poco resultado en un futuro cercano. Recortes en sanidad donde llevan a nuestros mayores, cuyas pensiones son ínfimas, a pagar sus medicamentos y sin embargo los inmigrantes (con todo respeto) están exonerados de tal gravamen social. Recortes en educación donde manda a un tanto por ciento bien elevado de técnicos en educación (maestros) al paro, siguiendo con los proyectos de sensibilización social (chorrada mayúscula) repartiendo libretos a nuestros "peques" para saber si yo leo o no el periódico y que periódico leo. Vienen y lanzan a bombo y platillo que el ayuntamiento local va a destinar 180 mil euros (tuyos y míos) a un proyecto que consiste en poner pañales a los caballos para que no suelten excrementos en la via pública.
¿Reír o llorar? La verdad que no sé de que me entran ganas.
Claro que está que las engalanadas carretas tiradas por los peinados y embellecidos caballos adornan Sevilla de un aura magistral de señorío que al turista y al paisano gusta y llama la atención. Bien es cierto que el caballo, como animal que es, necesita hacer sus necesidades más perentorias y no tiene oportunidad, por su función y condición, de ir al urinario o un su defecto mayor al WC y por lo tanto sus excrementos han de ser depositados allá por donde vayan y seguramente en el momento más inoportuno. Pero así es el mundo animal.
Pero Sevilla tiene una empresa a fin al ayuntamiento local, LIPASAM, cuyo trabajo consisite no en presumir de lo que se lleva del ayuntamiento, sino, con todos sus profesionales, adecentar la ciudad de las diferentes suciedades y basuras, donde se puede englobar perfectamente las "caquitas" animales.
Además, dicho por técnicos en materia equina, esste tipo de limpieza vaga o cómoda, no lo sorpotaran un 75% de los mismos equinos. Entonces, invertir... ¿Para qué?
¿Queremos una Sevilla limpia?
Entonces ¿por qué no se limpia los aledaños del nuevo centro comercial en Sevilla Este? ¿o la zona donde aparcan los coches en el Parque de San Jerónimo? Llenos a reventar de bolsas de basuras y similares cuyo olor produce náuseas.
Yo Javier Romo, ciudadano de Sevilla, animo a que el alcalde y su séquito no firme ese acuerdo del que alguien ganará buen dinero y destine esos mismos 180 mil euros algún proyecto destinado a la creación de empleo o a repartirlo a los mayores sevillanos para contribuir al encarecimiento de las medicinas de nuestros mayores.
Un poco de cordura, por dios.
Javier Romo
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