O la ley del "y yo más".
El 23 de noviembre del año pasado el Pleno del Parlamento Andaluz, en su mayoría socialista, aprueba mediante una modificación de la Ley Electoral de Andalucía, la incompatibilidad entre los cargos de diputado autonómico y alcalde. Es decir, que un diputado electo no puede ser alcalde y viceversa.
Evidentemente que se trataba de una jugaterreta pseudo socialista pra castigar los próximos herederos del poder andaluz.
Y la verdad que algunos ya nos preguntabamos ¿dejará el señor Zoido algún cargo cuando sea electo?
Pero, he aquí que no. Si malicia tiene uno, malicia tiene el otro. Cuando en teoría lo más lógico hubiera sido delegar uno de los puestos en algún otro compañero,. viene Pepe y dice: vamos a deshacer lo que ellos han hecho. Es decir, esto no es legal y nos quejaremos ahora que nos influye a nosotros.
Y ponen el tema en manos del Tribunal Constitucional para que decidan. El cual, 48 horas antes de la constitución del Parlamento Andaluz de la nueva legislatura, suspende la norma levantada por los socialistas. ¡Qué raro!
Lo que a este humilde lector no le entra en la "mollera", y volumen hay, es porque este juego de compatibilidades incompatibles a nivel autonómico, si a nivel nacional no existe una legislación básica.
La respuesta está clara: hacen coon nostros lo que le da la real gana porque, simplemente, nosotros no nos quejamos.
Y todo ello cuando nuestra nación está pendiente de un 2º rescate de unos 750 mil millones de euros, según se comenta. Evidentemente no somos Grecia. Nuestro caso es peor.
Javier Romo
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